Muralla de los jardines del Valle

Población: Sevilla
Provincia: Sevilla
País: España
Coordenadas geográficas: 37.395970 / -5.983659
Tipología: arquitectura militar
Nº inventario: 323c


El tramo de muralla en el que se incluyen los lienzos del jardín del Valle, del recinto amurallado de Sevilla, es el que va desde la puerta del Osario a la del Sol, derribadas ambas en el siglo XIX; siempre fue un lugar marginal de la ciudad histórica por quedar relativamente lejos de la medina anterior al ensanche almorávide, a trasmano de los accesos principales de la última muralla andalusí y por lo tanto de la vida de la ciudad castellana posterior.

Este carácter marginal se advierte, por ejemplo, en la ausencia establecimientos religiosos en la zona, pues no hay noticia fehaciente alguna de mezquitas cercanas, ni tampoco de épocas posteriores, ya que la actual iglesia de la hermandad de los Gitanos, que es prácticamente medianera con el muro, es la más reciente de todas las del recinto histórico de la ciudad, levantada en 1877 e intensamente renovada en el siglo XX. Es más, desde que se intentó la primera fundación de un convento en este mismo sitio, el de las dominicas del Valle en 1403 que fracasó inmediatamente, pasó por ser un beaterio, un convento de franciscanos, desamortizado y abandonado en 1810 y vuelto a restaurar, y finalmente ha sido un colegio femenino durante un siglo, desde 1866.

La muralla de este tramo, que mide 564 m de perímetro y tenía once torres entre las puertas citadas, se despliega según tres alineaciones principales; la primera tiene un trazado que podemos considerar normal, ligeramente sinuoso y siguiendo un arco muy abierto, pero las otras dos, tras un quiebro saliente muy pronunciado, son dos alineaciones rectas que forman un anómalo rincón en escuadra, cuyo primer lienzo es perpendicular a la calle más larga y artificiosa del recinto medieval, la del Sol, y el otro paralelo y medianero a la misma; no imaginamos otra explicación a esta anomalía que el respeto a alguna preexistencia extramuros cuando se hizo el replanteo de la cerca almorávide, tal vez una laguna de las que periódicamente recargaba el arroyo Tagarete.

Pues bien, en el diedro y en el lado de extramuros, se instaló en 1759 lo que llegaría a ser el «Real Presidio y Fabrica del Salitre» que permaneció allí hasta el año 1843, lo que contribuyó a preservar la muralla, aunque a costa de abrirle dos butrones, uno enorme, en forma de arco, muy cerca de la iglesia del antiguo convento del Valle, paso que probablemente sea el que en 1758 se denominaba «puerta de los Carros». Las puertas de la ciudad andalusí empezaron a ser derribadas en 1858 y hasta 1873 duró el derribo de la del Sol, la última que cayó, quedando en pie todo lo que lindaba con el colegio del Valle, que mientras tanto había ocupado todo el espacio de la antigua fábrica de pólvora, conservándolo como jardines.

Ya en la tesis doctoral de Francisco Collantes de Terán y Delorme, de 1957, se reconocieron como andalusíes los lienzos conservados, siendo el jardín expropiado en 1978 y el muro investigado y restaurado en 1989. Lo más interesante es que en los 322 m de muro conservado, que por cierto está enterrado más de tres metros, lo que explica que la barbacana no este atestiguada, se documentan dos fases superpuestas, una almorávide y otra almohade, que conservan hasta el enlucido del primer parapeto y muchos merlones, como se advierte en el levantamiento, que refleja prácticamente lo mismo, en este sentido, que los tramos A, de la puerta del Agua, y F, de la puerta de Córdoba.

En el extremo sur de la parte conservada, donde el muro quiebra bruscamente hacia el noroeste, siendo accesible por ambas caras, se conserva el basamento de una escalera de la muralla, a la que se subía según el sentido del recorrido que venimos siguiendo, lo que insinúa el avance en esta zona concreta de la construcción de la muralla, es decir, el mismo que esta descripción si las escaleras eran coetáneas del trazado del muro. Por el exterior hay una torre que mira al este y protege el quiebro; en las obras de restauración de 1989 se rehízo la parte maciza de la torre siguiente  cuyo cimiento se había exhumado en la excavación estratigráfica de 1986, que consistió en seis cortes repartidos en el contorno murado de estos jardines; tras el rincón de la calle del Sol hay dos torres que conservan su decoración de bandas o listeles horizontales, que enmarcan las saeteras y dan el arranque al almenado de la azotea de la cámara abovedada. A continuación, pasado el extremo norte del jardín público, se documenta una torre más, desmochada, y se excavó la barbacana, existiendo una torre más que está por investigar.

Alfonso Jiménez


Bibliografía:
  • Collantes de Terán Delorme, Francisco, Contribución al estudio de la topografía sevillana en la Antigüedad y en la Edad Media Sevilla. Sevilla: Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Sevilla 1977.
  • Collantes de Terán Sánchez, Antonio, et al., Diccionario Histórico de las calles de Sevilla, 2, Sevilla: Ayuntamiento de Sevilla 1993.
  • de la Vega Viguera, Enrique, “Dos fábricas sevillanas de aplicación militar (siglos XVIII y XIX). El Salitre y la de Fusiles”, Jornadas Nacionales de Historia Miliar (8) Milicia y sociedad en la baja Andalucia: (siglos XVIII y XIX). Sevilla: Deimos 1999: 755-68.
  • García-Tapial y León, José y José María Cabeza Méndez, “Restauración de las murallas del Jardín del Valle”, Aparejadores: boletín del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla [1988]: 26-32.
  • García-Tapial y León, José y José María Cabeza Méndez, “Recuperación de la cerca islámica de Sevilla”, El último siglo de la Sevilla islámica (1147-1248), Sevilla: Universidad de Sevilla 1995: 57-82.
  • Moreno Menayo, María Teresa, et al., “Investigaciones arqueológicas en las murallas medievales de Sevilla. Sector jardines del colegio del Valle”. Anuario Arqueológico de Andalucía 1986, III. Actividades de Urgencia, (1987): 285-90.