Castillo de El Vacar

Población: Espiel
Provincia: Córdoba
País: España
Coordenadas geográficas: 38.085375 / -4.861954
Tipología: arquitectura militar
Nº inventario: 316


El castillo de El Vacar se levanta en lo alto de un cerro que domina la ruta que conduce desde Córdoba y el valle del Guadalquivir hacia la comarca de los Pedroches y por ella hacia Extremadura y la Meseta por Almadén. Ese cerro se alza en la divisoria de aguas de los ríos Guadiato y Guadanuño por lo que controla amplias zonas de sus valles por los que transcurre esa vía de comunicación, hoy carretera Nacional 432.

Está formado por un recinto de forma rectangular, de aproximadamente 66,00 x 52,70 m (sin contar el saliente de las torres), aunque ligeramente deformado hacia el trapecio debido a que su frente suroeste es casi cinco metros más corto que el noreste. El cerramiento se realiza mediante una fuerte muralla construida con tapia de hormigón de cal de entre 1,60 y 1,70 m de espesor. Presenta cuatro torres en los ángulos y otras cuatro aproximadamente en los centros de cada lado, salvo en el suroeste en que se encuentra sensiblemente desplazada hacia la izquierda. Precisamente en ese lado, y muy próxima a la torre del ángulo sur, se situaba la puerta, de la que hoy solo queda un boquete en la muralla pues el material con el que debía estar construida, ya fuera ladrillo o piedra, ha desaparecido, seguramente expoliado.

Las torres son macizas en toda su elevación. No se puede saber qué altura tuvieron torres y cortinas ya que no se han conservado ni petos ni almenas, pero todos tienen hoy similar cota de remate, lo que hace suponer que tendrían sus adarves continuos o en todo caso ligeramente sebreelevados los de las torres por medio de algún escalón, siguiendo la tradición de las murallas emirales y califales.

Como se ha dicho, la muralla está construida con hormigón de cal de muy buena calidad pues se ha conservado en bastante buen estado salvo zonas puntuales. El hormigón se puso en obra por el procedimiento de construcción de la tapia, con cajones de unos 0,82 m de altura, hechos con tapiales corridos sostenidos por agujas de unos 6 x 11 cm colocadas a distancias regulares similares a la altura de los cajones. Las juntas horizontales y los mechinales de las agujas se cubrieron posteriormente con franjas de mortero simulando falsas juntas de unos 15 cm de anchura. Otras bandas verticales colocadas a contrajunta fingían un aparejo de enormes sillares de 0,82 m de altura y entre 2,30 y 2,50 m de soga. Los lienzos tienen entre cinco y siete cajones de altura, dependiendo de la topografía del terreno y del estado de conservación del remate, que, a pesar de los daños que presenta, se conserva casi todo a una cota homogénea.

Las torres presentan similar factura, aunque como se proyectan hacia adelante respecto de los lienzos, arrancan de cotas más bajas que estos, especialmente en las de los ángulos. Para compensar esta diferencia, esas torres se construyeron sobre zarpas escalonadas que en casos como el de la torre del ángulo este llegan a ser tres, con altura cada una similar al resto de los cajones de la tapia.

En algún momento que no se puede precisar pero que podríamos situar durante la guerra de la Independencia o quizás con las Guerras Carlistas, se abrieron troneras con forma de buzón en varias cortinas del recinto: una en la del lado izquierdo del frente suroeste, dos en cada una de las del frente noroeste y otra en el lado derecho del lado noreste. Por la altura a la que se encuentran por el interior y el tamaño de las aberturas parece que se destinaron a situar piezas de artillería. Su orientación apunta claramente hacia el valle del Guadiato y la carretera que viene de Espiel.

Del interior de la fortaleza nada se puede decir pues no se ha realizado ninguna excavación arqueológica. La cota del terreno en esta zona es sensiblemente más alta que por el exterior, lo que hace suponer que, pese a que la topografía así lo determina, puede que haya restos de estructuras. Lo único reseñable es que en el lienzo del lado sureste, junto al ángulo sur y en la cercanía de la puerta, la muralla está trasdosada por un muro de entre 0,79 y 0,90 m de espesor, construido también en obra de tapia, con remate escalonado. Parece la infraestructura de una escalera para subir al adarve de la muralla.

La historiografía tradicional consideró este castillo como obra califal, en base al trazado regular de sus murallas y torres, a contar con adarves a la misma altura y a la similitud de su técnica constructiva con el de Baños de la Encina, castillo que se suponía de ese período por una inscripción cuya procedencia resulta controvertida. Actualmente, numerosos investigadores a quienes nos adherimos, consideran más plausible que se trate de una obra del período almohade, lo mismo que el mencionado de Baños de la Encina. La ausencia durante el periodo emiral y califal de obras de tapia con la calidad que tiene en estos castillos hace difícil de sostener la atribución tradicional. Más aún si tenemos en cuenta que se trata de un lugar tan cercano a la capital del califato cordobés en donde el uso de la sillería bien aparejada es característica en las edificaciones estatales, sobre todo del siglo X. Estas obras parecen más bien corresponder a los programas de construcción emprendidos por el tercer califa almohade con vistas a garantizar la defensa del valle del Guadalquivir frente a la presión militar del reino de Castilla.

Antonio Almagro

Bibliografía:
  • Azuar Ruiz, R., Lozano Olivares, F. J., Llopis García, T. M. y Menéndez Fueyo, J. L., "El falso despiece de sillería en las fortificaciones de tapial de época almohade en al-Andalus (1)", Estudios de Historia y de Arqueología Medievales, 11 (1996), 245-278.
  • Córdoba de la Llave, R., "Fortificaciones Almohades de la provincia de Córdoba", Los almohades. Su patrimonio arquitectónico y arqueológico en el sur de al-Andalus, Sevilla, 2004, 124-125.
  • Márquez Bueno, Samuel y Gurriarán Daza, Pedro, "Recursos formales y constructivos en la arquitectura militar almohade de al-Andalus", Arqueología de la Arquitectura, 5 (2008).
  • Torres Balbás, L.eopoldo, "Arte hispanomusulmán hasta la caída del califato de Córdoba", España Musulmana hasta la caída del califato de Córdoba (711-1031). Historia de España, Dir. R. Menéndez Pidal, tomo V, Madrid, 1957, 331 a 725.